El eco de nuestras heridas: ¿Quién decide por nosotros?
El dolor emocional es invisible, pero tan real como cualquier herida física. Ignorarlo no lo hace desaparecer; al contrario, se transforma en sufrimiento crónico. Sanar no es olvidar, sino cicatrizar y elegir diferente. ¿Tus decisiones nacen de tu herida o de tu fortaleza?