Por eso, nos parece tan importante en Superar contribuir a su educación en ello.
Desear un Hijo
Cuando un niño nace, el acto en sí está rodeado de muchos y muy variados significados para los padres. El hijo, más que un hecho biológico, es el producto psíquico de la sexualidad de estos. El niño puede ser deseado o rechazado, pero al negarlo se confirma el valor de su presencia. El deseo representa la posibilidad de abrir un espacio para el advenimiento del pequeño.
Sin embargo, en el deseo de tenerlo también pudiera haber inconvenientes físicos o económicos. ¿Cómo hacer, por tanto, para conseguirlo sin estrés ni presión?
Vínculos Afectivos entre Padres e Hijos
Cada padre y madre vive la paternidad y la maternidad a su propia medida y posibilidad. La historia de sus relaciones con sus propios padres y todas las experiencias y recuerdos constituyen la matriz para la relación con sus hijos.
Ahora bien, ¿quién los prepara para ser padres? ¿Quién los educa para formar lazos afectivos sólidos? ¿Quién los guía adecuadamente en lo referente a la orientación familiar, tan importante en la consolidación del hogar?
“Ser padre o madre es el trabajo más importante del mundo. Los primeros 1.000 días de vida de un ser humano son vitales porque es cuando se desarrolla el cerebro de un bebé y su capacidad para crecer y aprender” (ONU en el Día Mundial de las Madres y los Padres, que se celebra cada 1 de junio).
Normas y Límites para los Hijos
Mediante el sistema de normas y límites claros, que, efectivamente, se cumplan en el hogar, los padres regulan las relaciones con los hijos y les dan alternativas de ser ellos mismos por igual.
Las normas y los límites definirán el sistema de valores de cada uno de los miembros de la familia, pero el buen ejemplo es fundamental para inculcar con congruencia patrones de conducta éticos y responsables. Así, orientaremos de buen grado los pasos de nuestros hijos sin caer en el autoritarismo ni en el favoritismo.
Superar ayuda a establecerlos mediante la explicación del porqué dichas normas y límites son esenciales para usted y los suyos.
Yo Soy Espejo de mi Hijo: Educación a través del Ejemplo
La forma de actuar y de ser de los padres se interioriza en los hijos, los que, a su vez, ya sea consciente o inconscientemente, tienden a imitarlos. Esto no solo pasa en el plano individual, puesto que se ha demostrado que la calidad de las relaciones que mantienen los hermanos entre sí es un reflejo del tipo de relación que rige entre sus padres.
En Superar capacitamos para ayudar al padre y a la madre a concienciar acerca del ejemplo que den en casa, de manera que todos juntos, ellos e hijos, crezcan en un ambiente sano donde reine el amor, la colaboración, el respeto y la comunicación.
La palabra ejemplo es más que un sustantivo; el buen o el mal ejemplo es el reflejo de quienes somos.
Hablemos de Sexualidad con Nuestros Hijos
¿Cómo tratar el tema de la feminidad y la masculinidad? ¿Qué se les debe decir a los hijos?
¿Cómo abordar el asunto en una época en la que las tendencias sexuales son muy diversas, pero en la que sigue habiendo discriminación, rechazo y prejuicios?
¿Por qué tanto el hombre como la mujer son igual de importantes?
¿Cuál es la edad adecuada para abordar este asunto?
La sexualidad, un campo tan amplio, no se limita solo al encuentro sexual, que también se debe saber tratar de manera franca, pedagógica y orientadora.
He aquí, en Hablemos de Sexualidad con Nuestros Hijos, un medio capacitador para encontrar respuestas a sus inquietudes.
Tiempo y Espacio con Nuestros Hijos
Cuando nace un hijo, este demanda un espacio y un tiempo propio que le permita darle sentido a su existencia. Solo cuando la pareja respeta sus propios espacios y comparten con sus hijos otros que no deterioren sus funciones individuales y comunes, un hijo podrá crecer con la convicción de que su historia es única, singular e irrepetible, pero, sobre todo, respetada y digna.
Pese a las obligaciones del día a día, prestar atención es un acto prioritario, pues de ahí se forjarán lazos fuertes, pero también permitirá conocer mejor a los hijos, saber cuáles son sus miedos, intereses, necesidades y cómo actuar a tiempo ante cualquier riesgo.
¡Compartir y estar atentos es la clave! ¡Un hijo es la prioridad!
Ver también Capacitación: Pareja: Espacio y Tiempo de Parejas
Sobreprotección
Sobreproteger a un hijo es un síntoma a través del cual se manifiesta un sentimiento de inseguridad del padre o de la madre para educar, o la desconfianza de que ese hijo pueda crecer mediante el descubrimiento de sus capacidades y potencialidades.
La sobreprotección crea un estado de dependencia, indefensión, temor e inseguridad en el hijo que le hace más daño que bien, por lo que se recomienda soltar, dejar que aprenda del error, que experimente; en fin: que sea libre, que yerre y aprenda al mismo tiempo.
La sobreprotección también es estrés para la familia.
Niños Especiales
Cuando un hijo nace con alguna disfunción o discapacidad, para sus padres es una realidad dolorosa y complicada, a la que suelen responder de variadas formas como la negación, el rechazo, la culpa, etc.
Dichas respuestas no son favorables para el crecimiento del hijo y peor aún, para su inserción en la sociedad. Es necesario, por consiguiente, que los padres concienticen que, pese a los prejuicios, su hijo es tan valioso como todos los demás y darle el lugar de consideración y afecto que requiere.
No obstante, para ello deben superar, cuando así sea, sus propios prejuicios y miedo a lo desconocido, a este cambio de vida, que es la discapacidad, mas también una oportunidad para aprender y abrirse a un mundo distinto, lleno de posibilidades.
