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Cómo apoyar la salud mental en los niños

Escrito por Superar en .

La salud mental en los niños abarca su bienestar psicológico, emocional y social Es crucial tener en cuenta que los niños también pueden experimentar dificultades emocionales y mentales, y es responsabilidad de los adultos estar atentos y proporcionar el apoyo necesario. La promoción de la salud mental en los niños no solo tiene beneficios inmediatos, sino que también puede sentar las bases para su bienestar a lo largo de su vida.

Existen varios factores que influyen en la salud mental de los niños. Uno de los principales es el entorno familiar. El amor, el apoyo y la comunicación abierta dentro de la familia. Además de la calidad de las relaciones sociales y un entorno escolar inclusivo, seguro y de apoyo. 

La detección temprana de los problemas es esencial para brindar el apoyo adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo. Los profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras infantiles, pueden desempeñar un papel importante en la identificación y tratamiento de trastornos mentales en los niños.

Además, la promoción de la resiliencia y el desarrollo de habilidades de afrontamiento son estrategias valiosas.  Enseñar a los niños habilidades para manejar el estrés, resolver problemas y expresar sus emociones de manera saludable puede ayudarles a enfrentar los desafíos de la vida de manera positiva. El fomento de actividades recreativas, como el juego, el arte y el ejercicio, les proporcionarles una forma de expresión y liberación de tensiones.



Aquí te presentamos una guía con algunas estrategias y recomendaciones para apoyar y promover la salud mental en los niños:

  1. Amor y expresiones de ternura: 

Fortalecer el vínculo de amor a través de expresiones afectivas y tiernas como caricias, abrazos, miradas, gestos, palabras. Un entorno afectivo en el que los niños se sientan amados, respetados, valorados, reconocidos.

  1. Comunicación abierta y escucha activa:

Fomentar un ambiente en el que los niños se sientan seguros y cómodos para expresar sus emociones y pensamientos. Escuchar activamente lo que dicen, sin juzgar, y validar sus sentimientos. La comunicación abierta fortalece los lazos emocionales y ayuda a los niños a desarrollar habilidades de expresión y manejo emocional.

  1. Promoción de un entorno seguro y estructurado:

Proporcionar a los niños un entorno claro, predecible y estructurado. Establecer rutinas diarias, límites y normas consistentes. Esto les brinda seguridad y estabilidad, lo que es especialmente importante en momentos de estrés o cambios.

  1. Fomento de una autoestima saludable:

Motivar a los niños para que puedan desarrollar una autoestima saludable y una imagen positiva de sí mismos. Reconocer sus logros y fortalezas, y brindar apoyo en momentos de dificultad. Fomentar una actitud positiva y promover la aceptación de sí mismos.

  1. Estimulación mental y emocional:

Proporcionar oportunidades para que los niños se involucren en actividades que estimulen su mente y su creatividad. Fomentar el juego libre, la lectura, el arte y la música. Además, promover el aprendizaje de estrategias para la resolución de problemas y el desarrollo de habilidades emocionales, como la empatía y el manejo de conflictos.

  1. Fomento de relaciones saludables:

Ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y a establecer relaciones saludables con sus compañeros, familiares y otras personas significativas. Fomentar la empatía, el respeto y la comunicación asertiva. a través de las propias interacciones cotidianas.

  1. Enseñanza de habilidades de afrontamiento y manejo del estrés:

Enseñar a los niños habilidades de afrontamiento saludables para manejar el estrés y las situaciones difíciles. Esto puede incluir técnicas de relajación, respiración profunda, visualización o prácticas de mindfulness adaptadas a su edad.

  1. Fomento de un estilo de vida saludable:

Promover hábitos de vida saludables que beneficien tanto al cuerpo como a la mente. Esto incluye una alimentación equilibrada, actividad física regular, descanso adecuado y tiempo suficiente para el juego y la diversión.

  1. Apoyo profesional y recursos:

Si se observan señales de preocupación en la salud mental de un niño, como emociones intensas, fluctuantes, desbordadas, conductas cambiantes, repetitivas, extremas, por ejemplo; es importante buscar apoyo profesional. Consultar a un psicólogo infantil o a un profesional de la salud mental con experiencia en niños. 



Cada niño es único e irrepetible, inserto en una historia con sus propias experiencias y puede tener diferentes necesidades. Adaptar estas estrategias a la personalidad y edad de cada niño es fundamental. Al brindar un entorno de apoyo y promoción de la salud mental, estaremos sentando las bases para que los niños crezcan y se desarrollen de manera equilibrada y saludable.


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