La ludopatía no es un juego
La ludopatía es una situación de cuidado que amerita atención pronta. La persona que presenta esta condición puede llegar a sufrir consecuencias como, por ejemplo, las deudas, el empobrecimiento, la pérdida de la vivienda y de la pareja, el desempleo, el deterioro de la autoestima, los ataques o llegar a atacar a otros, el robo, el hurto, la desconfianza de los demás y algunos problemas de salud.
A continuación, explicaremos más a fondo de qué trata.
“La ludopatía consiste en una alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo siente una incontrolable necesidad de jugar (juegos de azar), menospreciando cualquier consecuencia negativa. Se trata de una adicción donde no se consume ninguna sustancia, aunque a veces va acompañada de otras sustancias como el tabaco, el alcohol o las drogas”, explicó la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar), que agrupa a 22 asociaciones de ese país europeo.
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Por su parte, el centro de atención e investigación médica Mayo Clinic, de Estados Unidos, también añade algunos comportamientos en los que puede incurrir la persona que atraviesa por este problema.
“La adicción patológica a los juegos de azar, también llamada ludopatía, es el deseo irrefrenable de ir apostando a pesar de los estragos que esto causa en tu vida. Apostar significa que estás dispuesto a arriesgar algo que valoras con la esperanza de recibir algo que tiene un valor aún mayor. Las apuestas pueden estimular los sistemas cerebrales de recompensa, al igual que las drogas o el alcohol, y causar adicción. Si tienes un problema de ludopatía, puedes hacer apuestas continuamente, ocultar tu comportamiento, consumir los ahorros, acumular deudas o, incluso, recurrir al robo o al fraude para sostener tu adicción”.
¿Cómo reconocer la ludopatía?
Fejar agregó que la ludopatía se reconoce porque la persona piensa, vive y actúa en torno al juego, y esto lo lleva a apartarse de cualquier otro objetivo. Esta misma situación lo podría conducir a problemas en los ámbitos familiar, laboral, educativo, social, económico y hasta legal. La persona también podría caer incluso en la pobreza, en el endeudamiento, en la pérdida de la vivienda y demás bienes, y en ser blanco de las agresiones de otras personas, por ejemplo, de otros apostadores o de prestamistas. Sin embargo, también pudiera causar daño físico o económico a otros seres y hasta ir a la cárcel.
“Una adicción sin sustancia ―acotó― es la conducta repetitiva que resulta placentera, al menos al principio; genera una pérdida de control en la persona, además aparece la tolerancia, aumento de la conducta para obtener los efectos deseados; interfiere de forma grave en su vida cotidiana, a nivel familiar, social, laboral, y, si interrumpe la conducta, aparece el síndrome de abstinencia”.
También mencionó que el individuo engaña a la familia, a los amigos, a los conocidos, etc.; vuelve a jugar para recuperar el dinero que perdió; usa el juego como vía de escape de otros problemas; se siente inquieto y molesto cuando no juega; fracasa al tratar de controlar el juego; siente la necesidad de jugar cantidades cada vez mayores y existe un fuerte interés por los juegos de azar.
Esta situación conlleva, asimismo, problemas estomacales, del sueño, de cabeza, de la nuca, sexuales; depresión, ansiedad, apatía, baja autoestima, irritabilidad, poco o mucho apetito, etc.
La Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata (APAL) indicó, por su parte, que personas famosas como el filósofo francés René Descartes, el escritor español Luis de Góngora y Argote, y el escritor ruso Fiódor Dostoyevski presentaron ludopatía.
A su vez, señaló que entes como la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconocen como una enfermedad o problema psicológico y la incluye en el CIE-10 como parte de los trastornos de los hábitos y del control de los impulsos.
Ángela Carmona Alba, psicóloga de la Asociación de Jugadores en Terapia (Ajuter), de Chile, apuntó una serie de otros comportamientos que, asimismo, se pueden poner de manifiesto.
“En los individuos que presentan ludopatía puede existir una distorsión del pensamiento, como la negación, superstición, confianza excesiva o sentido de poder y control. Estos son sumamente competitivos, enérgicos, inquietos y se aburren fácilmente. Les preocupa la aprobación de los demás y ser muy generosos. Cuando no juegan son considerados adictos al trabajo”, dijo.
¿Qué otros rasgos presentan las personas que tienen ludopatía?
Carmona Alba acotó que en estas personas se han observado con más frecuencia enfermedades que están relacionadas con el estrés, una alta ideación suicida, trastornos del estado de ánimo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), abuso o dependencia de sustancias y otros trastornos vinculados al control de los impulsos.
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Según la especialista, la evasión de la realidad aparece como una manifestación común en las conversaciones de los grupos de apoyo, pero sin importar cuál sea la historia inicial.
“La incapacidad para afrontar los problemas, las exigencias del contexto y los perfiles de la personalidad que favorecen esta evasión son la incapacidad de comunicación, una baja autoestima y la carencia de habilidades sociales”, dijo.
¿Qué causa la ludopatía?
De acuerdo con Mayo Clinic, aún no se entiende bien qué causa la ludopatía. Sin embargo, se cree que se puede deber a una mezcla de factores biológicos, genéticos y ambientales. Por ejemplo, si una persona tiene antecedentes familiares o amigos con ludopatía, se cree que es probable que también presente dicha afección. No obstante, los hijos también pueden estar en riesgo de atravesar por situaciones como el mismo juego patológico, problemas en los estudios, depresión, otras adicciones, falta de habilidades sociales, etc.
Del mismo modo, el aumento de los casinos, de las máquinas de juego y de los juegos en línea conduce, asimismo, a un mayor riesgo de caer en esta situación.
Así, Mayo Clinic nombró varios factores de riesgo, que son: problemas de salud mental (por ejemplo, otras adicciones, trastornos de personalidad, depresión, ansiedad, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, el TDAH); edad (la ludopatía es más común en los jóvenes y en los adultos de mediana edad; no obstante, se cree que los juegos o las apuestas durante la infancia o la adolescencia incrementan el riesgo de enfrentar esta situación en la adultez); sexo (aun cuando se cree que es más frecuente en los hombres que en las mujeres, en estas puede empezar de manera tardía, aunque crear adicción con mayor rapidez); influencia de familiares y amigos; medicamentos para, por ejemplo, el párkinson, que pueden producir un efecto secundario, el cual, a su vez, puede llevar a comportamientos compulsivos en algunos sujetos; características de la personalidad (ser un individuo muy competitivo, adicto al trabajo, inquieto, impulsivo, tener mucho tiempo libre, dar poco valor al dinero, buscar sensaciones, etc.).
¿Cómo prevenir y tratar el problema?
En primer lugar, se recomienda educar, prevenir y concientizar acerca de los juegos de azar y de las consecuencias que se pueden vivir. Así, en Ecuador los juegos de azar están prohibidos desde 2011. No obstante, también se aconseja estar atento a los juegos en línea, que cobran cada vez un mayor auge a escala mundial.
En segundo lugar, se recomienda mejorar las habilidades sociales y la asertividad a fin de que la persona sea capaz de enfrentar situaciones de riesgo, pero también se recomienda concentrarse en la solución de los problemas y no en los problemas en sí, de manera que no vea en ellos una “vía de escape”.
En cuanto al tratamiento, se puede impartir la consejería, participar en grupos de apoyo y administrar medicamentos.
La idea es permitir que el individuo supere la ludopatía y que, gracias al intercambio de experiencias con otros que también estén atravesando el mismo problema, sepa que no está solo.
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