Skip to main content
En 2008 Michael Phelps creó la fundación que lleva su nombre y que ayuda a chicos con TDAH

Michael Phelps, una historia de sinsabores, pero también de éxitos

Escrito por Adriana Ramirez en .

Nacido en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, Michael Phelps, apodado la Bala de Baltimore ―y también el Tiburón de Baltimore―, ha cruzado las aguas de los sinsabores y del éxito. Motivado, a su vez, por fomentar la prevención de accidentes acuáticos, la importancia de una vida saludable y la búsqueda de los sueños, creó en 2008 la fundación que lleva su nombre.

El ahora excompetidor, Phelps, de 35 años de edad, ha sido considerado el mejor nadador de los últimos tiempos y el deportista olímpico más condecorado de la historia. Se ha colgado 28 medallas olímpicas, entre ellas, 23 de oro, desde Atenas 2004 hasta Río 2016, año en que se retiró de las competiciones.

Entre otros muchos logros nacionales e internacionales, a los 10 años obtuvo el récord nacional para los nadadores de su edad y a los 15 años se clasificó a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Con esto último “se convirtió en el nadador masculino más joven en llegar al equipo olímpico de natación en 68 años”, informó Wikipedia. 

La natación, pues, ha sido la fuente que le ha permitido alcanzar el cielo y, al mismo tiempo, el medio para canalizar mejor la hiperactividad. 

Aunque empezó a nadar a los 7 años influenciado por sus dos hermanas mayores (él es el tercero y último del matrimonio de sus padres, que se divorciaron), fue diagnosticado con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) cuando estaba en sexto grado. 

El TDAH, que anteriormente solo recibía el nombre de trastorno por déficit de atención (TDA), es una condición cerebral que comprende en algunos casos el déficit de atención, de concentración, y la dificultad para terminar los deberes; en otros, hiperactividad e impulsividad, y, en otros, déficit de atención, hiperactividad e impulsividad.

Los síntomas, que pueden ir de leves a graves, abarcan diferentes aspectos según el tipo de TDAH. En el caso del déficit de atención, se pueden presentar síntomas como la distracción, la pérdida de objetos como los celulares, la dificultad para seguir instrucciones y, en algunos casos, problemas de aprendizaje. Suele darse más en las niñas que en los niños. 

En el segundo caso, el de las conductas hiperactivas, a la persona le cuesta mantenerse quieta, brinca, trepa, habla mucho, se retuerce, etcétera. Este tipo de TDAH es el menos frecuente y, a diferencia del anterior, el sujeto sí puede prestar atención. 

En el caso de la impulsividad, hay que agregar que la persona tiende a hablar y actuar sin pensar, tiende a irrespetar los turnos, se le hace difícil esperar, responde antes de que el otro termine de preguntar e interrumpe con frecuencia.

Lea nuestro artículo Conociendo el TDAH: 

Un poco más de su historia

“Al describirse de niño en su libro No Limits: The Will to Succed, Phelps no presenta una imagen muy favorecedora que digamos: ‘Tenía orejas grandes. Era escuálido. Me criticaban mucho’. Y en su libro anterior, Beneath the Surface: My Story, dice que hablaba demasiado rápido y no miraba a las personas a los ojos cuando le hablaban”, comentó el equipo de Understood, ONG de Nueva York que se ha especializado en la difusión de información y ayuda para personas con maneras de aprender y pensar diferentes.

Desde kínder había tenido problemas de falta de atención, y en una oportunidad ―además de otros comentarios de profesores―, una maestra le dijo a su madre, Deborah S. Phelps, quien también es profesora y actualmente dirige la Fundación de la Educación de las Escuelas Públicas del Condado de Baltimore (BCPS, por sus siglas en inglés): “Su hijo nunca podrá concentrarse en nada”.

Para el pequeño Michael, era difícil quedarse tranquilo y le gustaba ser el centro de atención de todo. Así que en una ocasión, según la ONG, encendió los quemadores de gas de una clase de ciencias para que el olor molestara a sus compañeros y, en otra, se inscribió en un espectáculo de talentos de la escuela para hacer malabarismos. Sin embargo, estaba claro en que no sabía hacerlo. 

“Simplemente no me podía quedar quieto. Se me hacía difícil enfocarme en una cosa a la vez”, reconoció en Beneath the Surface: My Story. “Tenía que ser parte de todo”.

En vista de que sus hermanas mayores nadaban en el club acuático de la localidad, de que sus mismos padres también nadaban y de que él mostraba interés por la gimnasia, su madre (consideraba que cuando a él le gustaba algo sí se concentraba) pensó que debía intentarlo: que debía zambullirse en las profundidades de los beneficios de la natación. 

No obstante, y muy lejos de lo que se pudiera pensar sobre la Bala de Baltimore, el primer día en el agua no fue nada fácil: hubo desde pataletas hasta rechazar las gafas de natación. 

Pero las cosas, afortunadamente, fueron mejorando con el tiempo hasta el punto de que podía nadar rápido porque su mente se calmaba y sentía que podía controlar la situación.

“Mi mamá estaba encantada de que yo nadara porque quería que gastara tanta energía como fuera posible (…) No le molestaban las horas que tardaba llevándome a las prácticas y a las competencias”, refirió la ONG sobre lo dicho por Phelps, para quien, aun cuando era difícil estar quieto en clases, podía pasar nadando hasta tres horas después del colegio.

Ya luego a los 11 años conoció al famoso entrenador de natación Bob Bowman. Este, pese a las fricciones que había entre ambos, vio en él a una futura promesa de la disciplina. Y no se equivocó.

“Bob era muy franco acerca de mis talentos, mi actitud, mi concentración inconsistente y mis momentos de indiferencia y falta de determinación. También dijo que tenía una oportunidad que otros niños no tenían”, agregó el ente. 

La Fundación Michael Phelps (MPF, por sus siglas en inglés), por otro lado, ha fomentado la natación en más de 15.000 niños a través de la ONG Boys and Girls Club of America, la cual tiene como objetivo contribuir al desarrollo y potencial de chicos, su cuidado, y a que sean ciudadanos responsables, y de las Olimpiadas Especiales. 

El nadador espera, a su vez, que la piscina pueda ser un buen lugar para miles de niños con TDAH y diferencias en la forma de aprender.

De acuerdo con él mismo, han podido llegar a más de 50.000 personas con lecciones de natación, un plan de estudios de vida saludable y el establecimiento de objetivos. También han estado trabajando para ayudar a que este deporte se desarrolle a través del Level Field Fund Swimming. Este da fondos para nadadores con problemas económicos, para que puedan conseguir sus sueños.

Asimismo, han podido ayudar a otras ONG, que comparten su misma misión, a recaudar ingresos.


La Fundación Michael Phelps tiene, entre otros objetivos, asistir a nadadores con problemas económicos para que puedan cumplir sus sueños / Crédito: Fundación Michael Phelps

Ante las subidas y las bajadas, el apoyo de la familia  

“En los últimos dos años me he sentido mucho más abierto sobre mi lucha contra la depresión y he compartido mi mantra de que ‘está bien no estar bien’. Estoy muy agradecido de haber podido impactar positivamente la vida de aquellos que luchan contra su propia salud mental, simplemente por el hecho de haber compartido la mía…”, indicó Phelps en la página web de la fundación.

Phelps ha sido noticia últimamente por la depresión que atraviesa y antes, por problemas debido al consumo de alcohol. Sin embargo, ha tenido la fortuna de poder contar con el respaldo de su familia (también está casado con la ex-Miss California, Nicole Johnson, con quien tiene tres hijos) y, en particular, el de su madre.

Lea nuestro artículo La depresión: ahondando en un foso del que se puede salir:

De acuerdo con la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e hiperactividad (Cadah), la madre, que había sido profesora en la escuela media durante más de veinte años, empezó a trabajar junto con el colegio de su hijo para hacer que recibiera la atención extra que ameritaba. Impulsada a apoyarlo, contrató a un profesor particular para que lo ayudara en matemáticas y este, a su vez, le enseñó al futuro campeón mundial la materia mediante el uso de problemas adaptados a sus intereses. 

Asimismo, su madre aprendió diferentes estrategias para hacer que fuera disciplinado, habló con su profesor sobre cómo crear el mejor ambiente educativo para él, comunicarse frecuentemente con este, facilitar el aumento de las relaciones fuera del colegio y fomentar el uso de actividades extracurriculares como, por ejemplo, el deporte.

“De muy pequeño descubrió su gran motivación: la natación. Su familia fue un modelo para Phelps, puesto que la natación era la afición de sus padres y sus dos hermanas Hilary y Whitney. A pesar de sus dificultades para concentrarse, las claves que le ayudaron a conseguir el éxito fueron el apoyo y la confianza incondicional de sus padres, un gran esfuerzo, voluntad y ante todo un talento natural, excepcional. La familia es siempre un modelo para los hijos. Debemos ser conscientes de fomentar los aspectos más positivos”, señaló. 

NOTA 

Punto importante al hacer un diagnóstico: se debe aprender a diferenciar entre las características personales y una entidad clínica que requiere diagnóstico e intervención 

“Es muy importante tener cuidado de no diagnosticar o convertir en patologías aquellas características naturales y humanas, como la misma inquietud y distracción de un niño o de una niña, la curiosidad y actividad constante, la tristeza, el enojo, el miedo. Es importante entender y diferenciar cuándo se trata de una cualidad, un rasgo, una forma de expresión espontánea y cuándo se trata de una entidad clínica que requiere diagnóstico e intervención. 

La experiencia, la escucha atenta, el análisis cuidadoso, la percepción integral de la persona, la observación de los comportamientos, son caminos que deben integrarse rigurosamente a la hora de realizar un diagnóstico, para no patologizar el comportamiento humano

Por otra parte, evitar la medicación como primera opción, diría que debe ser el último recurso a utilizar, ciertamente en ocasiones puede ser necesario, pero realmente siempre, la crianza sujeta en el lazo afectivo; el orden en la vida diaria y el impulso a desarrollar fortalezas; además de una educación integradora, predecible y respetuosa de las diferencias y la terapia planificada acorde a cada realidad son la triada ideal de intervención. Incluir la medicación solo cuando todo lo demás se haya agotado y sin que sustituya lo mencionado sino que lo complemente”.

Indira Ullauri
Psicóloga clínica y gerente de Superar Centro Integral de Psicología

Phelps, junto a su esposa, sus hijos y su madre, quien ha sido un apoyo para él

Lea nuestro próximo artículo

Esquizofrenia: qué es, síntomas y tratamiento

Consulte nuestro próximo artículo

¿Qué hacer ante el acoso escolar?

Acoso Escolar Adicciones Adultos mayores Alzhéimer Ansiedad Autismo Autoestigma Bullying COVID-19 Depresión Discalculia Discapacidades Discapacidad intelectual Dislexia Divorcio Drogas Duelo Ecuador Emociones Empatía Empleo Esquizofrenia Estigma Estilo de vida Estrés Factores psicosociales en el trabajo Familia Habilidades sociales Hijos Lectura Mindfulness Mujer Niños y adolescentes Perfiles Psicoeducación Psicología Psicoterapia Psicólogos en Quito Párkinson Resiliencia Salud física salud mental Superar TDAH Tratamiento

Artículo Anterior


Suscríbete a nuestro boletín de noticias:

Compartir