¡Por el Día Mundial de la Salud Mental!
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra cada 10 de octubre. Así, Superar se suma para aportar a varios objetivos: crear conciencia acerca de la importancia de la salud mental en todas las personas por igual; ayudar a eliminar el estigma y los prejuicios que aún hay sobre este tema, y contribuir al cuidado de la salud integral de la población.
“La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y darle forma al mundo en el que vivimos”, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La salud mental es, asimismo, un derecho fundamental. Por tanto, es indispensable que sea respetado y que se creen las condiciones necesarias para brindar bienestar a todos por igual, oportunidades de desarrollo, inclusión, autonomía y atención completa y humana, y no discriminar, abandonar, maltratar ni segregar por ningún motivo en la familia, el trabajo, los centros educativos o de salud, los organismos públicos y los de seguridad, la calle, etc.
Existen diferentes causas que inciden en la aparición o el empeoramiento de condiciones de salud mental. Por ejemplo, están la pobreza, el maltrato, en especial en la infancia; las adicciones, los aspectos propios de la genética, las guerras, y las crisis económicas o ambientales.
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Por eso, en el caso específico de los niños, es sumamente importante que los padres, cuidadores principales, profesores y especialistas de la salud mental estén atentos a síntomas, pensamientos, conductas, emociones que lleven a un diagnóstico y a una evaluación certeras y oportunas, y, así, a una intervención o a un tratamiento correcto y e interdisciplinario que ayude a superar o a manejar con más propiedad la situación.
“Los riesgos pueden manifestarse en todas las etapas de la vida, pero los que ocurren durante los periodos sensibles del desarrollo, especialmente en la primera infancia, son particularmente perjudiciales. Por ejemplo, se sabe que la crianza severa y los castigos físicos perjudican la salud infantil y que el acoso escolar es un importante factor de riesgo de las afecciones de salud mental”, agregó la OMS.
De este modo, si se toman las medidas correctas, se podrá garantizar una mayor calidad de vida, aprender a manejar el estrés, la ansiedad o la depresión que puedan ocasionar algunos casos, evitar accidentes, lesiones o daños en general a la salud, y un bienestar integral que se traduzca en autoestima, seguridad en sí mismos, resiliencia, empatía, comunicación, relaciones fuertes, proyectos realizables y superación.
Datos sobre la salud mental
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) habla, por su parte, de la situación de la salud mental en el continente. Entre otros aspectos, dijo que la depresión, por ejemplo, es hoy en día la principal condición de este tipo en el mundo y en la región, y dos veces más en las mujeres (incluso en el embarazo o en el puerperio) que en los hombres; las condiciones mentales y neurológicas en los adultos mayores, como el alzhéimer, otras demencias y la depresión, inciden en gran medida en el número de enfermedades no transmisibles, y a ello se suma el poco acceso o la poca inversión que hay en el área.
“Para los trastornos afectivos, de ansiedad y por consumo de sustancias en adultos, graves y moderados, la mediana de la brecha de tratamiento es de 73,5% en la Región de las Américas, 47,2% en América del Norte y 77,9% en América Latina y el Caribe (ALC). La brecha para la esquizofrenia en ALC es de 56,9%, para la depresión es de 73,9% y para el alcohol es de 85,1%”, indicó.
El gasto público para este sector de la región es de solo 2,0% del presupuesto de la salud, y más del 60% está destinado a los hospitales psiquiátricos.
El poco acceso a la atención especializada, un mal diagnóstico, el estigma o el autoestigma, que pueden llevar a la no atención a tiempo de las condiciones, o el manejo inadecuado de casos son algunos de los factores que pueden empeorar la situación del paciente o retrasar su mejoría (con todas las consecuencias que ello acarrea en su salud y expectativas de vida, relaciones, desempeño, autoestima, bienestar emocional, economía, autonomía, etc.).
El Gobierno de Argentina, por su parte, indicó que “una de cada cuatro personas en el mundo padece algún tipo de trastorno mental según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De estos, dos tercios no reciben ningún tipo de atención. A su vez, quienes la reciben se encuentran mayoritariamente internadas en hospitales o clínicas psiquiátricas. (…) En Argentina, 1 de cada 3 personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. Estudios de la OMS/OPS dan cuenta de que los trastornos mentales están dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en América. El alcohol y la depresión son los problemas más frecuentes en salud mental”.
Asimismo, señaló como recordatorio para el lector: “Recordá que:
- Tu padecimiento mental es modificable, transitorio.
- Podés recuperarte.
- Es en los centros de salud y hospitales generales donde deben atenderte.
- Que un profesional se niegue a tratarte es un acto discriminatorio.
- La internación, tanto voluntaria como involuntaria, es el último recurso. Debe ser utilizada con fines terapéuticos y ser monitoreada.
- Se te debe brindar el tratamiento que más respete tus derechos y libertades, y que promueva tu integración familiar, laboral y comunitaria.
Un diagnóstico de padecimiento mental no autoriza ni implica que se te considere una persona discapacitada o peligrosa”.
Sin embargo, aún falta por hacer.
A continuación, tres declaraciones de personas de diferentes partes del mundo (Ecuador, Inglaterra y Venezuela) que hablan sobre su visión acerca de la salud mental.
Alexis Sisalema, administrador de empresas ecuatoriano que vive en Quito:
“La salud mental es el equilibrio de los pensamientos, deseos, comportamiento y personalidad de un individuo, así como también la reacción (comportamiento) ante algunos factores de la vida cotidiana (estrés, angustia, soledad, etc.). (…) (Aún) existe vergüenza y discriminación en relación con problemas de salud mental (depresión, esquizofrenia, ansiedad, bipolaridad, etc.”.
Chris Bosher, gerente de desarrollo de negocios de Thriiver, empresa inglesa especializada en el empoderamiento del personal con neurodiversidad, fomento de la diversidad y beneficio de la salud mental, tomando en cuenta condiciones y discapacidades.
“Habiendo tenido yo mismo una batalla con la salud mental, siento que este es un tema poco entendido, con demasiado estigma, falta de comprensión y suposiciones vinculadas. Todo el mundo tiene algo bueno o algo malo en cuanto a la salud mental. La mala salud mental puede empezar con pequeñas preocupaciones, que, si se ignoran, pueden continuar aumentando y apoderándose de su vida.
Partiendo de mi experiencia, pienso que nadie espera sufrir problemas de salud mental y esto tiende a ser lo último en lo que se piensa, una vez que se comienzan a sentir los efectos. Empieza con preocupaciones, y pronto puede causar síntomas físicos; en mi caso, la enfermedad de Crohn y el asma.
(Por otro lado), la gente ve automáticamente a la salud mental como algo negativo, salvo que tú mismo hayas pasado por eso. Mucha gente lo ve aún como una debilidad y una forma de buscar atención, lo cual está lejos de la verdad.
También es un tema del que la gente se abstiene de hablar, no se habla lo suficiente sobre salud mental, los empleadores no ofrecen suficiente apoyo y es más probable que a las personas con problemas de salud física sí se les pregunte cómo están y cómo se sienten. Por el contrario, no se suele preguntar a las personas con condiciones de salud mental cómo se sienten, con la esperanza de que dicha condición se resuelva de repente y desaparezca. También es difícil para la persona que explique cómo se siente, ya que está tratando de resolverlo por sí mismo. Siento que para mejorar esto, las sesiones de concientización profunda deberían ser obligatorias, todas las empresas deberían tener legalmente primeros auxilios en salud mental y estrategias de apoyo adaptables, y cualquiera que no crea en la salud mental y su gravedad, debería ser desafiado, y recibir capacitación y sesiones de concientización adicionales.
Personalmente con mi trabajo, me he dado cuenta de que el estigma es un factor enorme para frenar el proceso de normalización de la neurodiversidad y la salud mental en el lugar de empleo. Los empleados no confían en abrirse sobre sus discapacidades porque temen que afecte su trabajo o la forma en que son tratados. Sin embargo, se está avanzado y noto que ahora se habla más y se toma más en serio. La mayoría de los empleadores quieren ayudar al personal, pero no saben a dónde ir ni qué hacer. También hay muchas empresas que ofrecen cursos de concientización que no están en posición de apoyarlo con las soluciones, aquí es donde ofrecemos la diferencia. He visto que los empleadores que apoyan al personal que presenta neurodiversidad y condiciones de salud mental ven un aumento en la moral, la productividad, la innovación, la precisión, la retención del personal, el tiempo de dicha retención y mejores formas de ver las cosas.
Además, una vez que adoptan la salud mental y la neurodiversidad, también descubren que están en una mejor posición para cambiar su enfoque comercial a fin de apoyar a sus clientes externos.
La neurodiversidad puede conducir hacia la salud mental. Entre ambas existe un vínculo claro, por lo que el apoyo es esencial”.
Mitchaelle Henríquez, abogada y periodista venezolana que está en Buenos Aires, Argentina:
“La salud mental tiene que ver con nuestro bienestar psicológico, tanto personal como social, pues está relacionado con cómo nos sentimos con nosotros mismos y con la interacción con el entorno en el que nos desenvolvemos. (…) Lo importante es cuidarse e intentar mantenerse sano de cuerpo y mente. Y cuando uno sienta que no puede manejarlo hay que pedir ayuda y buscar ayuda profesional, porque en muchos casos, estos problemas se agudizan, y solo no puedes salir de ellos. (…) Pero en la salud mental, un componente importante es el ámbito familiar, alguien que esté pendiente de uno y que te ayude si estás mal o ve que algo puede estar pasando. Muchas veces la persona está enferma y no está consciente de ello, así que es la familia o un amigo el que puede tender una mano”.
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