¿Qué relación hay entre la Prevención, las Emociones Positivas y la Gratitud con la Salud mental?
Escrito por: Allison Nicole Fajardo
Me llamo Allison Fajardo, tengo 24 años.
Soy psicóloga clínica graduada de la Universidad de las Américas. Actualmente me
encuentro realizando un máster en Terapias Psicológicas de Tercera Generación en la
Universidad de Valencia. Para mí la psicología es una ciencia, que ha tenido muchos
avances a nivel de investigaciones, tratamientos y abordajes, mi principal interés en la
misma ha sido para fomentar la resiliencia y las habilidades de las personas para
superar situaciones difíciles y normales de la vida.
La Salud Mental ha empezado a tener mayor difusión en redes sociales y en el contexto social. No obstante, hay que mencionar cual es el concepto sobre Salud Mental, para despejar las etiquetas erróneas que la pueden confundir con una tendencia. Además, al hablar de intervención en Salud Mental es indispensable conocer los tres niveles de prevención. Consecuentemente se explicará la importancia de fomentar las emociones agradables y el desarrollo de la gratitud como una fortaleza personal desde la Psicología Positiva.
Por un lado, las etiquetas que se mencionan sobre Salud Mental son; “solo los locos van al psicólogo”, “quienes están completamente perturbados o traumatizados son los que van a terapia psicológica”, “lo que importa es la salud física la salud mental no existe”; en la misma línea se considera a la Salud Mental como una tendencia o una moda, se podría pensar que las personas usan sus emociones como un justificante para no desempeñar su rol en el sistema heteronormado patriarcal.
Por ejemplo: cuando un trabajador formal, con diagnostico de bipolaridad y se encuentra en un episodio depresivo, no logra ir a su trabajo como en otras ocasiones. Entonces decide llamar a su jefe inmediato, quien exige que se acerque a su puesto de trabajo, ya que no encuentra aceptable que se quede en casa por el episodio depresivo (está triste y sin energía). Además, el jefe menciona: ¡acaso no quieres venir a trabajar y tratas de decir que estas sin energía y con depresión, ahora la gente se inventa cualquier cosa para no ser responsables o sigue modas que impiden su desempeño! Dicha conversación ha generado frustración y preocupación en el trabajador, porque su jefe está escéptico y dudoso sobre la enfermedad mental del trabajador. Las etiquetas mencionadas anteriormente y la moda que hay alrededor de la Salud Mental permite dar paso a la definición que va más allá de una moda o tendencia, si no, es considera como un derecho humano.
Así, la Salud Mental va más allá que la ausencia de enfermedades mentales, implica un estado de bienestar que le permite a las personas afrontar situaciones de estrés en la vida diaria, desarrollar sus habilidades, poder trabajar y aprender adecuadamente. Es importante recordar que, la Salud Mental es un derecho humano, mismo que contribuye al desarrollo personal, comunitario y socioeconómico (Organización Mundial de la Salud, 2022). En el ejemplo del trabajador, se puede notar que la persona presenta los síntomas de su enfermedad mental, no obstante, lo que mayor malestar o preocupación le genera es que su jefe inmediato se muestre dudoso sobre su malestar emocional y su enfermedad mental.
Por otro lado, en aspectos de intervención, se mencionan los tres niveles de prevención; por su parte la prevención primaria implica estrategias orientadas a evitar el desarrollo o la aparición de un problema de salud o una enfermedad. Se implementan acciones que disminuyan la exposición de un individuo a un efecto perjudicial o nocivo (Vignolo, Vacarezza, Álvarez y Sosa, 2011). En este primer nivel el profesional capacitado se encarga de brindar charlas, talleres psicoeducativos y preventivos, con el fin de reducir el riesgo a padecer una enfermedad o condición. Unos ejemplos en este nivel son: prevención sobre el consumo problemático de sustancias, clases de paternidad a padres primerizos, prevención en riesgos psicosociales o prevención del burnout/agotamiento laboral.
El segundo nivel de prevención tiene como finalidad detectar y dar un diagnóstico precoz de la enfermedad, para evitar el porcentaje de personas que tienen una enfermedad en un determinado momento, lo que se conoce como prevalencia de la enfermedad. En este nivel de prevención el profesional trata de reducir la enfermedad lo antes posible (Vignolo et al., 2011). Por ejemplo; una persona que tiene miedo o ansiedad de forma intensa al usar el transporte público y estar en sitios cerrados como el cine o tiendas, además, empieza a evitar esas situaciones que le producen miedo y ansiedad. El miedo y la ansiedad se han mantenido por seis meses o más; donde las conductas de evitación, la ansiedad o el miedo han impedido el funcionamiento de la persona en su ámbito laboral, social y familiar. En el ejemplo, se puede observar que la persona ya está perdiendo su capacidad para enfrentarse a su ambiente y al acudir a terapia, el psicólogo puede valorar los síntomas que tiene, el tiempo y para darle un nombre a lo que está pasando, con el propósito de que se reduzca la enfermedad antes que se cronifique o empeore.
Mientras que, el tercer nivel de prevención implica ayudar al paciente a tratar de manera adecuada su enfermedad y ajustarse a la misma para su recuperación; implica tratamiento, rehabilitación, presentar información para prevenir recaídas de la enfermedad y minimizar el sufrimiento causado por la misma (Vignolo et al., 2011). Siguiendo el caso anterior, por la sintomatología se puede creer que la persona tiene como diagnóstico agorafobia, el profesional de la salud mental crea un tratamiento para recuperar la calidad de vida del paciente, mediante la aplicación de ejercicios de exposición de forma gradual y controlada en base al caso. Por ejemplo: se usarían primero imágenes de los buses, más adelante, ver un bus desde una parada, y cada vez que se haya expuesto a una situación de forma controlada y haya controlado su ansiedad puede pasar a la siguiente situación temida.
Por otro lado, siguiendo con el abordaje y la intervención a finales de los años 90 la Psicología Positiva surge de la mano de Martin Seligman, enfatizando el estudio de experiencias internas consideradas como positivas/agradables como: la felicidad, el amor, el perdón, la gratitud, el optimismo y la esperanza. La orientación de este movimiento tiene como principal objetivo entender las emociones positivas/agradables, aumentar las virtudes y fortalezas del ser humano (Valencia Vásquez, 2016).
Fredrickson (2001), menciona la importancia de experimentar emociones positivas/agradables para fomentar el florecimiento o bienestar óptimo de los seres humanos. De igual manera las personas que experimentan emociones positivas/agradables muestran patrones de pensamiento que les permiten ser: flexibles, abiertos a la información, creativos y eficientes. Así, la gratitud es una manera de fomentar el bienestar óptimo, ya que, es una fortaleza humana que permite el desarrollo de la trascendencia, la cual es una virtud referente al significado de la vida que le dan las personas y a la conexión con el universo (Valencia Vásquez, 2016). La gratitud es la capacidad de ser agradecidos con aspectos presentes y pasados positivos, buenos o agradables, donde hay una percepción de haberse beneficiado con algo que sea de valor para la persona; además de reconocer el agente que ha emitido el beneficio: Dios, una persona o la vida misma; y es muy importante percibir el beneficio como un regalo (Moyano, 2010). Las cosas que se pueden agradecer en el día a día dependerán de cada persona, por ejemplo; llegar a tiempo al trabajo, compartir la hora del almuerzo con un ser querido, visitar a su abuelo, encontrarse dinero en la calle, haber realizado ejercicio, etc.
Finalmente, la Salud Mental es un estado de bienestar que le permite a las personas enfrentar las situaciones adversas o de estrés, donde pueden desarrollar sus habilidades como recursos para desempeñarse en su entorno, además, la Salud Mental es un derecho humano que permite el crecimiento personal y comunitario. Al ser un derecho, los profesionales de la salud y principalmente los de la salud mental tienen la obligación de conocer los tres niveles de prevención, como un aspecto de intervención, ya que, dichos niveles son medidas o formas de prevenir el desarrollo de una posible enfermedad; reducir los factores de riesgos; y mitigar las consecuencias de una enfermedad ya establecida.
Así, la prevención primaria se enfoca en reducir el riesgo de desarrollo de una condición clínica antes de que aparezca, reduciendo o eliminando los factores que aumentan o causan el riesgo de padecerla. Mientras que la prevención secundaria implica detectar y diagnosticar de forma precoz, para eliminar o reducir la condición clínica ya existente lo antes posible. En cuanto a la finalidad de la prevención terciaria, es ayudar a los pacientes con una enfermedad que ha pasado su estado inicial, es duradera o en ocasiones irreversible, donde se trata de manejar de forma más adecuada su enfermedad, minimizar el impacto y reduciendo las consecuencias de la misma; mediante rehabilitación, tratamiento y brindando información para prevenir recaídas.
Referente al abordaje, la Psicología Positiva surge como un complemento a la terapia tradicional, centra su estudio en aspectos positivos que permitan el crecimiento del individuo, como el bienestar, la felicidad, la gratitud. No pretende negar la existencia de emociones desagradables, si no, comprender las funciones de las emociones positivas/agradables desde un punto de vista adaptativo. Entonces, el estudio de las emociones positivas/agradables ha permitido evidenciar que la gratitud es una fortaleza que permite la flexibilidad, la creatividad y la eficiencia, donde su principal arista es reconocer aspectos pasados o presentes que han sido catalogados como buenos o agradables para la persona, además, es importante reconocer dichos aspectos como un regalo que ha sido otorgado.
La Salud Mental ha ido abarcando más espacios como: en investigaciones, intervenciones y abordajes clínicos; mismos que son un referente para desplazar a la Salud Mental como una tendencia o moda, ya que, vivir en bienestar o tener un funcionamiento optimo va más allá de seguir un post de Instagram sobre como ser feliz por el fin de los tiempos. Mientras que la Salud Mental aplicada, difundida y estudiada desde la ética permite reconocer el balance entre lo agradable y lo desagradable de la vida; donde el ser humano puede tomar una participación activa para cambiar la perspectiva con la que ve las cosas.
Referencias
Fredrickson, B. L. (2001). The role of positive emotion in positive psychology: The broaden and build theory of positive emotion. American Psychologist, 56, 218-226.
Moyano, N. (2010). Gratitud en la Psicología Positiva. Psicodebate. Psicología, Cultura y Sociedad, (10), 103-118. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5645342
Organización Mundial de la Salud. (2022). Salud Mental: fortalecer nuestra respuesta. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
Valencia Vásquez, J. (2016). Orígenes de la psicología positiva y el estudio científico de la gratitud. Revista de Psicología, 6(2), 101-117. https://revistas.ucsp.edu.pe/index.php/psicologia/article/view/158
Vignolo, J., Vacarezza, M., Álvarez, C., y Sosa, A. (2011). Niveles de atención, de prevención y atención primaria de la salud. Archivos de Medicina Interna, 33(1), 11-14 http://scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-423X2011000100003
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