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La adicción a los medicamentos puede darse debido a, entre otros factores, la regularidad y las dosis en el consumo de estos

Adicción a los medicamentos: un problema por atajar

Escrito por Adriana Ramirez en .

Las adicciones, como bien se sabe, aun cuando sigan existiendo, generan serias consecuencias para la salud física y mental de la persona y su familia. Aunque no se hable tanto de las adicciones a los medicamentos por prescripción o con receta, y sí a otros tipos de sustancias como el alcohol, las drogas ilícitas como la heroína o el crack, y el tabaco, estas también causan daño y deben ser tanto evitadas como tratadas a tiempo física y psicológicamente.

A su vez, es muy importante que sean detectadas de manera oportuna por parte de la misma familia, los amigos, los profesores, los farmacéuticos, los cuidadores y el personal sanitario, pues, de lo contrario, pueden crear, además de dependencia física (tolerancia) por la regularidad y las dosis que se consuman, interacciones medicamentosas, síndrome de abstinencia, recaídas o  sobredosis.

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Por ello, la adicción a los medicamentos es entendida como la búsqueda y el consumo compulsivo de estos para, por ejemplo, evitar los síntomas de la abstinencia (náuseas, vómitos, sudoración, dolor de cabeza, etc.), sentirse bien, encajar en grupos, rendir más en actividades como el trabajo, las clases o el deporte, o reducir el apetito, pese a los graves daños que puede causar. Entre dichos daños se pueden mencionar los paros cardiacos y los cambios en la presión arterial, los problemas respiratorios, los problemas de memoria y de toma de decisiones, las convulsiones, el coma y la muerte.

Cuando una persona roba, falsifica o miente (dice, por ejemplo, que se le pierden las recetas) para acceder a récipes o medicinas, pide recetas a más de un médico, se inyecta o inhala pastillas molidas para drogarse, consume dosis más altas que las recomendadas o presenta cambios en su comportamiento, tales como agresividad, problemas de coordinación, cambios en los patrones de sueño, está muy alerta, excitado o sedado, se puede estar ante un caso de adicción.  

¿Quién puede presentar adicción a los medicamentos?

La adicción a los medicamentos puede surgir a cualquier edad y, en el caso de las mujeres embarazadas, no solo pueden afectar la salud de estas, sino también la del bebé, ya que este puede sufrir lesiones, desarrollo deficiente y defectos congénitos, síndrome de abstinencia o muerte. 

Sin embargo, la Mayo Clinic, centro de atención médica y de investigación de Estados Unidos, indicó que la adicción a los medicamentos por prescripción o recetas suele empezar en los adolescentes o adultos jóvenes, pero, en el caso específico de los adultos mayores, la tendencia está aumentando y se puede agravar cuando las medicinas se consumen junto a otras sustancias como el alcohol.

“Los adultos mayores que tienen varios problemas de salud y toman varios medicamentos pueden correr el riesgo de tomar los medicamentos de forma inadecuada o de volverse adictos. (…) Los medicamentos con receta pueden ser muy peligrosos (e incluso causar la muerte) cuando se toman en dosis altas, cuando se combinan con otros medicamentos con receta o ciertos medicamentos de venta libre, o cuando se toman con alcohol o drogas ilegales o recreativas”, afirmó.

Si bien las medicinas ayudan a evitar, combatir o tratar las afecciones, hay que ser muy cuidadoso con lo siguiente:

  • La forma de consumirlos, 
  • las indicaciones del especialista (si es que realmente se necesitan las medicinas ―y hay que evitar tanto la sobremedicación como la inframedicación― o si se pueden evitar o complementar mediante otras actividades o medidas como dormir bien, alimentarse de manera equilibrada, hacer ejercicio, practicar yoga, relajarse, etc.), 
  • las fechas de caducidad, 
  • las cantidades que se consuman y el modo, 
  • las suspensiones bruscas y no autorizadas por parte del doctor, 
  • los efectos o las contraindicaciones que pueden generar,
  • informar al médico sobre todos los medicamentos recetados o de venta libre, suplementos dietéticos o herbales que se estén tomando,
  • las condiciones y necesidades de la persona,
  • el idioma en el que estén escritas las indicaciones y demás datos, además del sitio en el que las vendan, puesto que si el paciente no puede leer ni entender qué dicen las cajas, los blísteres ni el prospecto, y no compra en lugares seguros, se expone a consumir un producto que puede ser peligroso. 

Por supuesto, también es muy importante que se evite el consumo de medicinas de otras personas, dar las suyas o comprarlas por internet, excepto que sean de una farmacia confiable, ya que pueden ser falsas y riesgosas.

¿Cómo más se puede reconocer la adicción a los medicamentos?

“Normalmente no se presenta adicción a los medicamentos con receta si usted toma las dosis correctas para tratar su afección. La adicción significa que su mente y su cuerpo dependen del medicamento. Usted no es capaz de controlar su consumo y lo necesita para poder funcionar en la vida diaria. El abuso de drogas por un periodo de tiempo puede llevar a la tolerancia. Esto significa que se necesita más y más medicamento para alcanzar la misma sensación de bienestar. Si intenta dejar de usar la droga puede tener reacciones. Estas se llaman síndrome de abstinencia”, advirtió el MedlinePlus, servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina, de Estados Unidos.

Algunos de los efectos del síndrome de abstinencia, de acuerdo con el mismo servicio, son:

  • Fuertes ansias de querer consumir el medicamento.
  • Cambios de ánimo: la persona se puede sentir desde deprimido o agitado hasta ansioso.
  • Tener alucinaciones.
  • Problemas para concentrarse.
  • Enfrentar reacciones físicas, tales como dolor de cabeza, dolor corporal, mayor apetito y no dormir bien, lo que, asimismo, genera estrés y otros problemas como la desconcentración, el cansancio y los cambios bruscos de carácter.
  • Síntomas que ponen en peligro la vida de la persona que ha consumido estas sustancias desde hace tiempo.

El Western New York Neurology Associates, también de Estados Unidos, advirtió, por su parte, que no siempre es tan fácil, sin embargo, determinar cuándo hay una adicción a las medicinas. Se refirió, así, a los pacientes que tienen dolor crónico y que necesitan analgésicos para calmarlo, por lo que, a su vez, el consumo de varias medicinas puede crear dependencia.

También está el caso de las personas mayores, cuyos síntomas de problemas del envejecimiento, por ejemplo, pérdida de la memoria, se puede confundir o solapar bajos los efectos de las adicciones a medicinas.


Personas mayores pueden verse expuestas a la adicción a los medicamentos / Crédito: Freepik

Tipos de medicamentos y adicciones

Los medicamentos con los que suele haber adicciones son los opioides, que se usan, por lo general, como analgésicos para calmar el dolor (morfina, codeína, fentanilo, hidrocodona, oxicodona); los depresores del sistema nervioso central (SNC) como los ansiolíticos y los sedantes para la ansiedad y los problemas del sueño (barbitúricos o benzodiacepinas), y los estimulantes para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la narcolepsia (dexanfetamina, anfetaminas y metilfenidato).

¿Qué sucede en el caso de las personas mayores?

Según la Family Doctor, página web de la Fundación de la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP, por sus siglas en inglés), la mayoría de las personas mayores que abusan de medicinas lo hacen de manera accidental, pues deben tomar varios medicamentos para diferentes condiciones, ya que con el tiempo existe el riesgo de que surjan afecciones crónicas o situaciones que ameritan tratamiento, por lo que la probabilidad de que estas tomen varias medicinas a la vez se incrementa. 

Citando al Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), el 50% de las personas de entre 57 y 85 años de edad toman más de cinco medicinas o suplementos al día, lo que aumenta el riesgo de errores o de abuso en el consumo de estas.

“El envejecimiento también ralentiza la capacidad de su cuerpo para absorber y filtrar medicamentos. Esto significa que un adulto mayor puede volverse adicto o tener efectos secundarios a un medicamento recetado a una dosis más baja que un adulto más joven”, dijo.

De acuerdo con el mismo NIDA, los adultos mayores pueden estar más propensos a tener cambios en el estado de ánimo, enfermedades pulmonares o cardiacas, y problemas de memoria. Las drogas pueden, pues, empeorar dichos problemas y aumentar las consecuencias en la salud. A su vez, los efectos de algunas drogas, tales como el deterioro de la coordinación, el buen juicio y el tiempo para reaccionar y tomar decisiones, pueden influir en situaciones como caídas o accidentes de carro. 

“Ese tipo de lesiones pueden representar un mayor riesgo de salud en este grupo que en las personas más jóvenes y probablemente coincida con tiempos de recuperación más largos”, afirmó.

¿Qué sucede con las mujeres embarazadas?

Muchas mujeres embarazadas deben tomar medicamentos, pero siempre bajo el control médico. Algunas medicinas pueden causar daños a la madre, al bebé o a ambos, y nunca esta puede dejar de consumir algún medicamento por sí misma, sino siempre bajo la autorización del tratante.

Algunas mujeres deben tomar opioides para combatir el dolor, pero si estos se usan mal, pueden lesionar a la madre y al bebé.

Por lo general, se dice que estos medicamentos son seguros, si se consumen adecuadamente, pero si no, pueden causar dependencia, adicción y hasta una sobredosis. El bebé, por ejemplo, puede sufrir defectos congénitos en el cerebro, la columna vertebral o la médula espinal; problemas con la estructura del corazón, gastrosquisis (los intestinos salen por un orificio al lado del ombligo), pérdida o parto prematuro, y desarrollo anormal, que lleva al bajo peso al nacer.

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¿Qué tratamientos se recomienda para evitar dicha adicción?

Se recomienda, según el NIDA, que el especialista tome en cuenta el tipo de droga que usa la persona y las necesidades de esta última, y que considere varios factores, entre ellos, la desintoxicación, el apoyo psicológico y los tratamientos. Asimismo, agregó que es posible que se necesiten varios ciclos para obtener resultados. El tratamiento se puede realizar tanto a los pacientes internados como a los ambulatorios.

“Las dos categorías principales de tratamientos para el trastorno por consumo de drogas son los tratamientos conductuales (como el control de contingencia y la terapia cognitivo-conductual) y los medicamentos. Los tratamientos conductuales ayudan al paciente a dejar de consumir la droga modificando hábitos nocivos de pensamiento y conducta, enseñándole estrategias para controlar el deseo de consumir drogas y evitar las situaciones  y factores que podrían llevarlo a una recaída o, en algunos casos, proveyendo incentivos por la abstinencia. Los tratamientos conductuales ―que pueden consistir en ayuda psicológica individual, familiar o grupal― también pueden ayudar al paciente a mejorar sus relaciones personales y su capacidad para desempeñarse en el trabajo y en la comunidad”, dijo.

Sin embargo, es muy importante que la persona reconozca que tiene un problema y que sienta el deseo de superarlo; que busque ayuda o se deje ayudar; que entienda el porqué de su situación y cómo afrontarla. 

La familia y los amigos, asimismo, desempeñan un papel clave en la recuperación de esta. Su acompañamiento, apoyo, entendimiento, ánimo y reconocimiento del esfuerzo y los logros obtenidos contribuirán a que siga adelante y evite recaídas.


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